Alocución, 27 de noviembre: I Domingo de Adviento

Por: Arzobispo de La Habana, cardenal Juan de la Caridad García

(Canto)

Hoy, 27 de noviembre, comienza el tiempo litúrgico que llamamos Adviento, una palabra proveniente del latín y que quiere decir venida. En este tiempo recordamos y revivimos la esperanza del pueblo de Israel que durante siglos esperó la venida del Mesías prometido y que se hizo realidad con el nacimiento de Jesucristo, esto último es lo que celebramos en Navidad. En este tiempo celebramos las venidas de Cristo a nuestras vidas, en la Biblia, los Sacramentos, las personas… En este tiempo nos preparamos para la venida al final de los tiempos de nuestro Señor Jesucristo, quien vendrá a bendecir y llenar a plenitud todas las obras buenas. Este primer domingo de Adviento escuchamos en todas las Iglesias católicas del mundo el Evangelio según San Mateo capítulo 24 versículos 37 al 44 que podemos seguir al leerlo en el Evangelio 2022 en la fecha de hoy.

(Evangelio)

El Señor Jesús nos invita a estar atentos a sus venidas, en las que nos habla, la venida de la Navidad, la venida de las continuas presencias cada día, la venida del final de los tiempos o la venida del final de nuestra vida terrena. Y nos pone la imagen del ladrón que roba cuando uno no está en vela. Dicen que el ladrón tiene 99 neuronas para robar y 1 para vivir, y nosotros tenemos 99 neuronas para vivir y una contra el robo. Pero si cada día vivimos para el amor de la familia, el amor de los esposos, el amor de padres a hijos y de hijos a padres, el amor a los vecinos, a los enfermos, a los que sufren, todo esto es un muro contra el ladrón y mentiroso del diablo que quiere robarnos la Fe, la Esperanza y la Caridad. Si siempre estamos haciendo el bien Jesucristo puede venir ahora cuando los esposos se aman más, las esposas cocinan con amor, los esposos demuestran su cariño fregando y ayudando a las esposas, los padres están enseñando a sus hijos, los hijos están escuchando a sus padres, los viejitos están siendo tratados con cariño… Jesucristo puede venir cuando estamos cantando en la iglesia, Jesucristo puede venir cuando estamos haciendo el bien. Malo que venga cuando estamos robando, maldiciendo, golpeando, dañando, destruyendo.

Hay una venida personal en el momento de nuestra muerte, hay una venida universal, la del final de los tiempos. Nada material quedará, nada material nos podremos llevar; lo que si quedará es el amor y es lo que vale para Dios y el diablo ladrón no podrá robarnos el amor si siempre estamos amando y creciendo en el amor cuya plenitud será en la casa del amor que es la Casa del Cielo. Nos ayuda mucho leer el Evangelio 2022 y a partir del 1ro. de enero el Evangelio 2023, así si el Señor viene nos encontrará escuchando su Palabra en la casa y en el templo.

Ven, Señor Jesús, en este Adviento; ven Señor Jesús, en esta Navidad; ven, Señor Jesús, en el final de mi vida; ven Señor, Jesús, al final de los tiempos a bendecir todas las obras buenas y llevarlas a plenitud en tu Casa del Cielo… Amén.

(Canto)

El Papa nos ha hablado el miércoles pasado:

“¿Qué es la consolación espiritual? Es una experiencia de alegría interior que concierte ver la presencia de Dios en todas las cosas. Esta refuerza la Fe y la esperanza y también la capacidad de hacer el bien. La persona que vive la consolación no se rinde frente a las dificultades porque experimenta una paz más fuerte que la prueba. Se trata, por tanto, de un gran don para la vida espiritual y para la vida en su conjunto. La consolación tiene que ver, sobre todo, con la esperanza: mira hacia el futuro, pone en camino, consiente tomar iniciativas hasta ese momento siempre postergadas o ni siquiera imaginadas, como el bautismo para Edith Stein. Pero estemos atentos, tenemos que distinguir bien la consolación que es de Dios de las falsas consolaciones. En la vida espiritual sucede algo similar a lo que sucede en las producciones humanas, están los originales y están las imitaciones. Si la consolación auténtica es como una gota en una esponja, es suave e íntima, sus imitaciones son más ruidosas y llamativas, son puro entusiasmo, son un fuego fatuo, sin consistencia, llevan a plegarse sobre uno mismo y a no cuidar de los otros. La falsa consolación, al final, nos deja vacíos, lejos del centro de nuestra existencia. Por esto, cuando nosotros nos sentimos felices, en paz, somos capaces de hacer cualquier cosa. Pero no confundir esa paz con un entusiasmo pasajero porque el entusiasmo hoy está, después cae y ya no está”.

(Canto)

Lo que dice una marioneta de trapo:

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero sí que pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan; dormiría poco y soñaría más. Entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos perdemos 60 segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás hablan y cómo disfrutaría de todas las cosas hermosas de la vida. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto no solamente mi cuerpo sino mi alma.

Dios mío, si yo tuviera un corazón escribiría mi odio sobre el hielo y esperaría a que salga el sol. Regaría con mis lágrimas las rosas para sentir el dolor de sus espinas y el encarnado beso de sus pétalos. Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida, no dejaría pasar un solo día sin decirle a los que me rodean ‘te quiero’. Convencería a cada mujer y a cada hombre de que enamorados del amor natural, fiel y fecundo vivieran. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorare cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos, a mis viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres. He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la ladera, he aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por primera vez el dedo de su padre lo tiene atrapado para siempre. He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hombre de arriba abajo cuando ha de ayudarlo a levantarse. Son tantas las cosas que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir porque cuando me guarden dentro de esta maleta infelizmente me esté muriendo.

No somos marionetas así que nada de esto nos está negado.

Señor, Jesús, que cuando llegue que no sea marioneta guardada en la maleta… Amén. Esta historia es atribuida a Gabriel García Márquez de manera adaptada por nosotros.

Martin Luther King nos dice:

“Si no puedes ser un pino sobre un monte, sé una hierba, pero sé la mejor hierba pequeña a la orilla del arroyo. Si no puedes ser un árbol sé un arbusto, si no puedes ser una autopista sé un sendero, si no puedes ser el Sol sé una estrella. Se siempre lo mejor de eso que eres, trata de descubrir el proyecto que estas llamado a realizar y dedícate con pasión a cumplirlo en la vida”.
Señor, Jesús, cuando llegues que sea lo que tú quieres… Amén.

(Canto)

San Macario nos dice:

¡Ay del camino por el que nadie transita y en el que no se oye ninguna voz humana porque se convierte en asilo de animales! ¡Ay del alma por la que no transita el Señor ni ahuyenta de ella con su voz a las bestias espirituales de la maldad! ¡Ay de la casa en la que no habita su dueño! ¡Ay de la tierra privada de agricultor que la cultiva! ¡Ay de la nave privada de piloto porque envestida por las olas y tempestades del mar acaba por naufragar! ¡Ay del alma que no lleve en sí al verdadero piloto, Cristo, porque puesta en un despiadado mar de tinieblas, sacudida por las olas de sus pasiones y envestida por los espíritus malignos como una tempestad invernal terminará en el naufragio! ¡Ay del alma privada del cultivo diligente de Cristo quien es el que hace producir los buenos frutos del espíritu porque hallándose abandonada, llena de espinos y de abrojos en vez de producir frutos acaba en la hoguera! ¡Ay del alma en la que no habita Cristo, su Señor, porque al hallarse abandonada y llena de la fetidez de sus pasiones se convierte en hospedaje de todos los vicios!

Del mismo modo que el agricultor cuando se dispone a cultivar la tierra necesita los instrumentos y vestiduras apropiadas, así también Cristo, el rey Celestial y verdadero agricultor, al venir a la humanidad desolada por el pecado, habiéndose revestido de un cuerpo humano y llevando como instrumento la cruz cultivó el alma abandonada, arrancó de ella los espinos y abrojos de los malos espíritus, quitó la cizaña del pecado y arrojó al fuego toda la hierba mala y habiéndola así trabajado incansablemente con el madero de la cruz plantó en ella el huerto hermosísimo del espíritu, huerto que produce para Dios su Señor un fruto suavísimo y gratísimo. Señor Jesús cultívame antes de que llegues.

(Canto)

(Oración del Padrenuestro)

Rezamos a la Virgen de la Medalla Milagrosa hoy en su fiesta:

Dios te salve, mujer y madre de misericordia, vida, esperanza, fortaleza nuestra. Óyenos señora, madre, hermana, amiga nuestra, camina con nosotros y en medio de nuestro esfuerzo muéstranos a Jesús fruto bendito de tu Fe y amor comprometido. Lucha con nosotros, Santa Madre de Dios, para hacer posible hoy las promesas de Jesucristo como fruto de la gracia y del trabajo nuestro… Amén.

Y la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes, sobre sus familias y permanezca para siempre… Amén.

(Canto)

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