Renovación de consejos parroquiales y comunitarios en La Habana

Por: Yarelis Rico Hernández

Padre Raúl Arderí (SJ), miembro del equipo asesor del Sínodo en La Habana
Padre Raúl Arderí (SJ), miembro del equipo asesor del Sínodo en La Habana
📷 Padre Alfredo San Juan
Con una invitación del cardenal Juan de la Caridad García a aprovechar la Cuaresma para reanimar los consejos pastorales en todas las comunidades de la Arquidiócesis, concluyó el encuentro mensual del clero. El también arzobispo de La Habana expresó su deseo de que cada consejo reflexione durante este tiempo en aquellas iniciativas que le permitan acoger a las personas que llegan a la Iglesia para participar de la misa de difuntos y a quienes se acercan para solicitar el bautismo.
Fue el colofón de una mañana en la que se habló sobre la necesidad de crear estas estructuras comunitarias donde no existen y renovarlas en los lugares donde sea necesario. De esta manera, también los pastores se hacen eco de las tristezas expresadas en la Síntesis del proceso sinodal de La Habana, en la que ha salido a relucir una Iglesia con comunidades débiles, envejecidas, poco dinámicas y sin estructuras de organización y participación.
Si bien la reflexión matutina se detuvo en la realidad diocesana de hoy, no fue su intención hacer un lamento de ella. De acuerdo con lo expresado por algunos de los participantes, urge emprender caminos para revitalizar la Iglesia, y promover, en primer lugar, la corresponsabilidad de todos los miembros del Pueblo de Dios.
Siguiendo el esquema del primer Taller de Sinodalidad realizado recientemente, el encuentro del clero se inició con una charla bíblica en torno al capítulo 10 de los Hechos de los apóstoles sobre la conversión de Pedro y Cornelio, a cargo del padre Yosvany Carvajal Sureda, párroco de la Catedral de La Habana y rector del Centro Cultural Padre Félix Varela. De esta manera, y a la luz de las escrituras, se invitó a interpretar el camino sinodal como un proceso continuo de discernimiento a través de la escucha común del Espíritu.
Por su parte el padre Raúl Arderí (SJ), miembro del equipo asesor del Sínodo en La Habana, partió de lo recogido en los documentos del Concilio Vaticano II, el Plan Pastoral de los Obispos cubanos (2014-2020) y la Síntesis diocesana del proceso sinodal, para mostrar la necesidad práctica y también teológica de los consejos pastorales, a los que definió como “estructuras privilegiadas de crecimiento humano y cristiano de laicos y sacerdotes”.
Insistió en la importancia de involucrar a los laicos cada vez más en la organización de la Iglesia, como pidió el Concilio Vaticano II. En ese sentido, subrayó que es vital que cada consejo pastoral sea un espacio de diálogo y compromiso cristiano, donde se ore en común, se compartan situaciones de dolor y alegría, se reflexione, planifique y evalúe la misión evangelizadora de la comunidad de fe. “Solo así se responderá al modelo de Iglesia como Pueblo de Dios”, agregó.
Desde la comunidad de Las Cañas y del Rosario, una laica y un sacerdote compartieron sus experiencias de trabajo en sus respectivos consejos parroquiales. A continuación, y divididos en grupos, los pastores reflexionaron en aquellos elementos prácticos y espirituales que no pueden faltar en un consejo parroquial, puntualizando en la necesaria conversión de laicos y sacerdotes para sentir que todos son corresponsables.
Al final del encuentro, el cardenal pidió a cada sacerdote informar sobre la fecha de la próxima reunión del consejo en sus comunidades.

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