Soñar con ojos abiertos

Por: Redacción de Palabra Nueva

Sínodo Cuba 2022
Sínodo Cuba 2022
Este martes, 10 de mayo, coincidiendo con el aniversario de la proclamación de la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba, sacerdotes, diáconos y religiosas habaneros se reunieron en la Casa Sacerdotal para tener un encuentro preparatorio a las asambleas parroquiales del Sínodo y al mismo tiempo hacer un ejercicio de escucha y discernimiento sobre la situación de nuestra Iglesia.
A partir de la síntesis que resumió lo compartido en las comunidades y grupos pastorales de la Arquidiócesis sobre las fichas de comunión, participación y misión, los participantes debatieron en grupos frases tomadas de este documento, a fin de identificar las cinco que mejor definían la situación actual de la Iglesia habanera.
Cada miembro de los grupos podía exponer su opinión con relación a las frases compartidas: si estaba de acuerdo o no con ellas, con cuáles se sentía o no identificado y la exposición de otra idea que creyera importante y pudiera incluirse en el diálogo. Ya en plenaria, cada equipo expuso las frases seleccionadas, agrupando las iguales o semejantes y separando las diferentes. Después de escuchar la explicación de los equipos, las ideas que resultaron contradictorias fueron sometidas a votación.
A este primer momento le acompañó un tiempo de oración personal para dejarse iluminar por el Espíritu y saber identificar qué invitaciones hace hoy a su Iglesia. Una idea que encontró amplio consenso fue la necesidad de renovación del Consejo de Pastoral Diocesano y una instancia análoga a nivel vicarial. Este debe funcionar, dar a conocer sus decisiones y renovarse periódicamente. En esta misma línea, se precisa de una pastoral que no se enfoque exclusivamente en lo sacramental y acompañe la vida de las personas.
Asimismo, se insiste en pensar una pastoral de conjunto, que cree sinergia y ponga énfasis en el aspecto relacional, para superar el desánimo, la desmotivación y el cansancio que vive una parte considerable de la Iglesia habanera.
Generar espacios de encuentro y diálogo, donde todas las opiniones sean tenidas en cuenta, fue otra de las líneas subrayadas para lograr ser verdadera comunidad de hermanos. Considerado como parte de la comunicación, este es un deseo que debe superar las paredes de un templo y preocuparse por intercambiar con la sociedad. Por ello, se hace impostergable la articulación de una pastoral de comunicación, que no solo defina los objetivos comunicacionales de la Iglesia, también los contenidos y los medios a través de los cuales se llega a un público cada vez más amplio y exigente, y al que debemos llevar el Evangelio. Nuevamente se propuso impulsar una formación constante y profunda en la comunidad de fieles.
En resumen, fue un encuentro celebrativo, una oportunidad de intercambio, de compartir preocupaciones, de pensar en caminos, modos y alternativas… Una experiencia sinodal que permitió mirar con más profundidad la Iglesia que tenemos y soñar con ojos abiertos, también de conjunto, en la comunidad diocesana que queremos.

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