Con un sentido agradecimiento a todos los que de alguna u otra manera han rezado por él para cumplir lo que el Papa le ha pedido, S.E.R. Juan de la Caridad García, arzobispo de La Habana, aseguró poco después de celebrado el Consistorio que lo creó cardenal de la Iglesia universal que su primer gran propósito seguirá siendo “servir a la Iglesia de Roma” y por ello “dar la vida si fuera necesario”.
Declaró que en su camino le ayuda mucho el testimonio de fe y esperanza de los fieles cubanos, su manera de alabar a Dios, de enseñar el catecismo, de anunciar el evangelio y de vivir las obras de misericordia espirituales y corporales. “Eso me ayuda mucho”, dijo; “así que en la medida en que ustedes sean santos, yo podré ser santo”.
Las declaraciones del cardenal cubano fueron hechas durante la ceremonia del abrazo de calor celebrada en la sala vaticana Pablo VI, poco tiempo después de concluir el Consistorio. Durante el encuentro, peregrinos cubanos llegados a Roma desde Cuba, España y Estados Unidos pudieron intercambiar saludos con un “sencillo y humilde sacerdote” que, según declaraciones recientes a Palabra Nueva: “seguiré siendo siempre el mismo”.
Su S.E.R. recibió del Papa Francisco este 5 de octubre de 2019 el capelo y anillo cardenalicios, así como la bula papal que lo nombra cardenal presbítero de la Cátedra de los Santos Aquila y Priscila.
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