Este viernes 15 de noviembre, como sucede desde hace siglos en La Habana, San Cristóbal, acompañado por una multitud que seguía su imagen y la de la Virgen de la Caridad, recorrió las calles de su villa en vísperas de la celebración de los 500 años de fundada.
La procesión, presidida por el cardenal Juan de la Caridad García, arzobispo de La Habana, salió de la S.M.I. Catedral rumbo a la calle Empedrado y tuvo su primera parada en el Parque San Juan Bautista, después de pasar frente a la Bodeguita del Medio, donde un sincero silencio fue la demostración de respeto ofrecida por los presentes.
“El que quiera ser grande, que se haga servidor de todos. (…) Ayúdanos, Señor, para dejar de lado nuestro orgullo y buscar Tu Verdad” A eso llamó el padre Riberto Fernández, párroco de Regla, en la parada realizada antes de dejar la calle Habana para continuar por Brasil.
En otra de las paradas, esta vez en las cercanías de la Plaza Vieja, el sacerdote destacó que San Cristóbal alcanzó la santidad porque se hizo seguidor de Jesús y sufrió el martirio por su fe. Tras resaltar cuánta tristeza trae a las almas las incomprensiones por motivos religiosos, guiados por el padre Fernández los presentes pidieron en una sola voz: “Señor, se nuestro refugio y consuelo”.
La imagen de San Cristóbal, cuyo nombre significa portador de Cristo, continuó en procesión, luego de atravesar la Plaza Vieja, por las calles Muralla y Oficios, para salir a la Plaza de San Francisco de Asís, desde donde continuo por Amargura y Aguiar, para terminar nuevamente en la Catedral.
Una vez allí, el cardenal García recordó que los fundadores de la ciudad proclamaron su fe en Dios con la misa que fundó el último asentamiento de La Habana y lo mismo hicieron los presente, guiados por su arzobispo.
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