Alocución, 10 de abril, Domingo de Ramos

Por: Arzobispo de La Habana, Juan de la Caridad García.

Domingo de Ramos
Domingo de Ramos

 

Hoy, 10 de abril, Domingo de Ramos, comienza la Semana Santa. Escuchamos la palabra de Dios en el Evangelio según San Lucas, capítulo 19 versículos 28 al 40. Este texto es el que da origen a la celebración de hoy.

(EVANGELIO)

Así como los discípulos de Cristo, entusiasmados, alabaron a Jesús por todo el amor y esperanza que habían visto en sus obras y palabras, y cortaban ramas de árboles según los Evangelios de Mateo y Marcos y gritaban: “Bendito el que viene como rey, paz en el cielo y gloria en lo alto”, hoy en todas las iglesias católicas del mundo hacemos lo mismo y conmemoramos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Batimos las hojas de palma que llamamos guano bendito en honor al Maestro que venía montado en un burro. Este guano bendito que nos entregan en las iglesias lo llevamos a nuestras casas y lo colocamos en un lugar visible, y cuando cada día lo veamos sentimos la invitación de continuar alabando a Cristo; y esta invitación del mismo Jesús va, sobre todo, a vivir las obras de misericordia. Así que alabamos a nuestro Señor cada vez que visitamos y cuidamos a nuestros enfermos.

(CANTO)

Damos de comer al que nos lo pide y al necesitado

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Damos de beber al que nos pide agua

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Acogemos al que toca a nuestra puerta

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Compartimos nuestra ropa a quien le falta

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Acompañamos a los presos y a sus familiares

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Estamos al lado de quienes lloran la muerte de sus difuntos

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Enseñamos al que no sabe

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Aconsejamos al que lo necesita

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Llamamos la atención con cariño al que se equivoca

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Perdonamos a quienes nos ofenden

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Consolamos al triste

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Soportamos con paciencia los defectos de los que viven con nosotros

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Rezamos por los vivos y difuntos

R/ Gloria a ti Señor, nuestro Rey y Salvador.

Todas estas alabanzas a Dios y toda esta misericordia al prójimo, es vivir lo que el Señor nos ha pedido el Jueves Santo.

(EVANGELIO)

(CANTO)

En la celebración de hoy hay una segunda parte. En ella se lee el relato de los sufrimientos de Cristo camino de la cruz, que se encuentra en el Evangelio según San Lucas capítulo 22, versículos 44, hasta el capítulo 23 versículo 56. Nos es fácil leerlo si tenemos el Evangelio 2022. El ejercicio del viacrucis o camino de la cruz, es como una síntesis de este Evangelio. Señor, que esta breve meditación de tu pasión, nos anime y ayude a tomar la cruz de nuestra vida y a seguirte. Amén.

Primera estación: Jesús es condenado a muerte. Por la envidia de los fariseos y la debilidad de Pilato, Jesús fue juzgado injustamente y condenado a muerte. Porque yo también te he juzgado y condenado en mis hermanos o he dejado con mi silencio que otros lo hagan…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Segunda estación: Jesús carga con la cruz. Simplemente se la echaron encima sin ninguna consideración y él no la rechazó. Por las veces que yo he dejado caer la cruz de mis obligaciones diarias y he renegado de la cruz de mis penas y enfermedades…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Tercera estación: Jesús cae por primera vez. No es fácil llevar la cruz. Muchas veces uno cae vencido bajo su peso. Por las ocasiones en que he tardado tanto en levantarme y por todos mis hermanos que no se han levantado…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Cuarta estación: Jesús se encuentra con su madre. Hay muchas ocasiones en que lo único que se puede hacer por otro es acompañarlo en su viacrucis. Por las veces que he dejado a tantos enfermos y ancianos solos en ese penoso camino…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Quinta estación: El cirineo ayuda a Jesús. No quería, claro que no. Como muchos de nosotros que no queremos ayudar. Por haber dejado solo con sus cruces de soledad, de incomprensión, de abandono a tantos hermanos cuando podía haberlos ayudado a llevarla…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Sexta estación: la Verónica limpia el rostro de Jesús. Aquella mujer supo descubrir el rostro de Cristo. Bajo aquella capa de sudor, polvo y salivazos. Por no haberte descubierto en tantos rostros sudorosos de obreros y campesinos, y no haber secado tantas lágrimas…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Séptima estación: Jesús cae por segunda vez. Fue un tropezón con una piedra o un empujón, no lo sabemos. Por las veces que con nuestro ejemplo hemos hecho que los demás tropiecen y por las veces, quizás, que deliberadamente los hemos empujado…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Octava estación: Jesús habla con las mujeres. En medio de su propio dolor, Cristo no deja de preocuparse por la pena de aquellas mujeres. Por las veces que mis problemas me han hecho olvidarme de los sufrimientos de los que me rodean…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Novena Estación: Jesús cae por tercera vez. Y por tercera vez hace un esfuerzo supremo y se levanta. Por esas ocasiones en las que, ante las dificultades no he perseverado en la obra emprendida en favor de los demás…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Décima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras. Antes de ponerlo en la cruz, lo despojaron de sus vestiduras. Por las veces en que yo he despojado a los otros de su fama, de sus bienes, de sus derechos, de su inocencia, de sus ilusiones…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Oncena estación: Jesús es clavado en la cruz. Y desde la cruz, pidió a su padre que nos perdonara. Por tantos perdones que yo he negado, por tantas represalias y venganzas que he tomado…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Duodécima estación: Jesús muere en la cruz. No hay mayor amor que dar la vida por los amigos. Por la facilidad con que me olvido de lo que me quisiste y lo que me quieres y de lo que te costaron mis pecados…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Decimotercera estación: Jesús es bajado de la Cruz y su cuerpo es puesto en brazos de su madre. Por ese niño que tú nos diste una Noche Buena y que en una tarde sombría te devolvimos muerto por nuestros pecados

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Decimocuarta estación: Jesús es sepultado. Aquel que los judíos esperaban que fuera el libertador de Israel ha sido sepultado. Por las veces en que he olvidado, como los discípulos de Emaús, que es necesario pasar por todos estos sufrimientos para entrar en la gloria…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Decimoquinta estación: Y al tercer día resucitó. Por las veces en que olvido que si no muero con Cristo no podré resucitar con él…

R/ Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor…

Señor mío, Jesucristo, que con tu pasión y muerte diste vida al mundo, líbranos de todas nuestras culpas y de todo mal. Concédenos vivir apegados a tus mandamientos y a tu palabra de amor, y jamás permitas que nos separemos de ti. Que vives y reinas por los siglos de los siglos…

(CANTO)

El Viernes Santo, la Iglesia reza por todas las personas por las cuales murió Cristo. Oremos hermanos, por la Iglesia Santa de Dios, para que el Señor le de la paz, la mantenga en unidad, la proteja en toda la Tierra y a todos nos conceda una vida confiada y serena para gloria de Dios, Padre Todopoderoso.

R/­Cruz de Cristo, vencedor… te adoramos, sálvanos.

Oremos también por nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, para que Dios, que lo llamó a esta misión universal, lo asista y proteja, para bien de la Iglesia como guía del pueblo Santo de Dios…

R/­Cruz de Cristo, vencedor… te adoramos, sálvanos.

Oremos también por los obispos, sacerdotes y diáconos, por los que ejercen algún servicio en la Iglesia y por todos los miembros del Pueblo santo de Dios

R/­Cruz de Cristo, vencedor… te adoramos, sálvanos.

Oremos también por los que se van a bautizar el Sábado Santo en la Vigilia Pascual. Para que Dios, Nuestro Señor, los ilumine interiormente, les abra con amor las puertas de la Iglesia y así encuentren en el bautismo el perdón de sus pecados y la incorporación plena a Cristo Nuestro Señor…

R/­Cruz de Cristo, vencedor… te adoramos, sálvanos.

Oremos también por todos aquellos hermanos nuestros que creen en Cristo, para que Dios, Nuestro Señor, asista y congregue en una sola Iglesia a cuantos viven de acuerdo con la verdad que han conocido…

R/­Cruz de Cristo, vencedor… te adoramos, sálvanos.

Oremos también por el pueblo judío, el primero a quien Dios habló desde antiguo por los profetas. Para que el Señor acreciente en ellos el amor de su nombre y la fidelidad a la alianza que selló con sus padres…

R/­Cruz de Cristo, vencedor… te adoramos, sálvanos.

Oremos por los que no creen en Cristo, para que iluminados por el Espíritu Santo encuentren también ellos el camino de la salvación…

R/­Cruz de Cristo, vencedor… te adoramos, sálvanos.

Oremos por los que no admiten a Dios, para que por la rectitud y sinceridad de su vida alcancen el premio de llegar a él…

R/­Cruz de Cristo, vencedor… te adoramos, sálvanos.

Oremos también por los gobernantes de todas las naciones, para que Dios, Nuestro Señor, según sus designios, les guíe en sus pensamientos y decisiones hacia la paz y libertad de todos los hombres…

R/­Cruz de Cristo, vencedor… te adoramos, sálvanos.

Oremos, hermanos, a Dios Padre Todopoderoso, por todos los que en el mundo sufren las consecuencias del pecado. Para que cure a los enfermos, de alimento a los que padecen hambre, libere de la injusticia a los perseguidos, redima a los encarcelados, conceda volver a casa a los emigrantes y desterrados, proteja a los que viajan y de la salvación a los moribundos…

R/­Cruz de Cristo, vencedor… te adoramos, sálvanos.

Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir: Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Que tu bendición, Señor, descienda con abundancia sobre este pueblo, que está celebrando la Semana Santa, venga sobre él tu perdón, concédele tu consuelo, acrecienta su fe y guíalo a la salvación eterna. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

(CANTO)

 

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