Admiración, respeto y cariño primaron en la misa de acción de gracia y en el homenaje al padre Bruno Roccaro, SDB, por su aniversario setenta de ordenación sacerdotal.
Hay tanto que agradecer al padre Bruno por este peregrinar en la Iglesia y la sociedad cubanas por casi cincuenta años, y con ello agradecer a Dios por bendecirlo con abundante salud física, psíquica y espiritual a sus noventa y nueve años, como dijo el padre Nicolás Navarro, SDB: “cumplir noventa y nueve años de vida cualquiera puede, cumplir setenta de sacerdocio también; pero celebrar misa como usted lo hace hasta hoy es un regalo de Dios”.
Entre mariachis y mensajes se agasajó a quien solo acepta tanta algarabía por recordar y celebrar la presencia de Dios en su vida; se destacaron la bendición apostólica del Papa Francisco, las felicitaciones del cardenal Tarsicio Bertone, de don Ángel Fernández, rector mayor de los salesianos y de monseñor Emilio Aranguren, obispo de Holguín en nombre de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
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