En la Santa Metropolitana Iglesia Catedral de La Habana fue celebrada este 20 de septiembre la misa para despedir al padre habanero Néstor Fornaris Hurtado, quien falleció el pasado 13 de septiembre, víctima de la Covid.
Su ordenación ocurrió el 9 de febrero de 1993, por imposición de manos del cardenal Jaime Ortega Alamino, entonces arzobispo de La Habana. De vocación tardía a la carrera sacerdotal, el padre Fornaris fue físico de profesión y ejerció como tal en la Universidad de La Habana.
Recién ordenado, fue enviado a la Isla de la Juventud, más tarde, de regreso a la capital, atendió varias comunidades, pero fue como profesor del Seminario que pasó gran parte de su vida. Allí impartió, entre otras asignaturas, Lógica, Ética Filosófica, Metafísica, Fe y razón.
Quienes fueron sus alumnos destacan su gran inteligencia, profundidad de pensamiento y paciencia sin límites. Lo evocan, además, como hombre de estilo pacífico y conciliador, de gran empeño por alcanzar la sabiduría, abierto a compartirla y de especial amor a Jesucristo sacerdote.
En la homilía para dar el último adiós al padre Fornaris, el arzobispo de La Habana, cardenal Juan de la Caridad García, lo calificó como “maestro de la verdad de Dios, de la Iglesia y de la persona humana”. Agradeció su sabiduría, enseñanza, perseverancia y la pasión con la que se entregó a la formación de los seminaristas.
“Gracias por haberte quedado en Cuba y cuidar del rebaño; llorar y alegrarte por tus ovejas; permanecer al lado de tus hijos siempre. Gracias por ser familia, comunidad, amigo y hermano de este presbiterio, de esta Iglesia”, dijo.
Rogamos a Dios por el padre Néstor Fornaris Hurtado, sacerdote, profeta, maestro, pastor, servidor…
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