Raúl Prado: el rodaje de los olvidados

Raúl Prado
Raúl Prado
Raúl, de frente (al centro), durante el rodaje de Alberto.
Raúl, con la cabeza en alto (en el centro), durante el tiroteo de Alberto.

La posibilidad de experimentación parece ser una constante en Raúl Prado, que llegó al cine «por casualidad», según confiesa el mismo, tras haber estudiado Derecho en la Universidad de La Habana. “Me estoy redescubriendo poco a poco”, reconoce con cierto agrado este cineasta, quien se graduó en 2014 en Dirección de Fotografía de la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV), en San Antonio de los Baños.

Este deseo de buscar nuevos caminos lo llevó a liderar el corto plazo

El aje imaginario de Albert, presentado en la XVIII Muestra Joven ICAIC y merecedor del premio SIGNIS en este certamen, en el que también obtuvo la mención en su categoría y el reconocimiento de la Asociación Audiovisual de Cuba.

Acompañado de Eduardo del Llano en el guión, Raúl ha decidido contar en veintitrés minutos la historia de un hombre que, tras vivir fuera de la isla, decide volver. Y en ese regreso tendrá que afrontar un secreto familiar guardado durante veinte años y las heridas que le hicieron marcharse.

El corto cuenta una historia real, ¿cómo llegaste ahí?

«Trabajando como fotógrafo en diferentes documentales. Constantemente conoces gente y lugares nuevos. Esta fue una historia que me vino a la mente, como muchas otras sobre el mismo tema, pero fue una que me arañó. Quería conducir hace mucho tiempo. Y esta fue una buena oportunidad para hacerlo, porque no es la típica historia de migración, no es algo que se cuente o revele hoy, pero estás tratando de dejarlo de lado, así que pensé que era importante decir ese.

¿Le parece familiar o cercano para algo en particular?

“No específicamente. Soy de una generación un poco apta para la separación, quizás en ese sentido me pueda identificar … pero no tiene que ser una familia para casi sentirlo.

Creo que hay un llamado al perdón en la película, ¿crees que hay heridas en nuestra sociedad que aún no se han curado?

«Hay muchos heridos. Esta es una pequeña historia, pero hay miles de familias que han pasado por procesos similares. Ha habido momentos como el llamado» quinquenio gris «donde muchas personas han sido expulsadas de sus trabajos por ser religiosos. , gay … Entonces, para que la historia no se repita, hay que estudiarla. Algunos todavía tienen estas heridas laceradas, y hablando de ellas se pueden curar.

¿Cómo fue el proceso de producción?

«Dirigir fue una experiencia enriquecedora pero tremendamente estresante. El proceso duró alrededor de un año, porque no había dinero y dependía del tiempo libre de algunos amigos. La preproducción fue lo más agotador, porque no hay ninguna. Llego a un proyecto que ya ha empezado, aquí todo era nuevo: buscar dinero, mandar la carpeta …

El tiroteo duró tres días: dos en Campo Florido y uno en La Habana. Quería rodar en octubre y noviembre, que es cuando hay más nubes. Me importaba que fuera gris, que no hubiera mucho sol, porque quería mostrar el crepúsculo de las cosas … pero en la parte de atrás, no podía ser en esa fecha. Entonces, de repente, en mayo llegó el Alberto Tormenta, que casualmente recibió el nombre del corto, y dije «esto se envía», así que lo usaré. Y fuimos a grabar bajo la lluvia.

Forma parte del equipo de Alberto.

¿Qué te aportó tu experiencia como fotógrafo para tomar el control de la dirección de este proyecto?

“El personal fue muy amable y servicial. Sabiendo cómo administrar un set, cómo dosificar la información sobre la cronología, cómo usar la estética y estimar el trabajo en equipo.

El trabajo en equipo es muy valorado …

“De eso se tratan los audiovisuales, el trabajo en equipo. Algo importante es que con toda la gente que he trabajado en Alberto lo he hecho desde que me gradué; ya nos conocemos, hay una afinidad, una amistad Si no hay confianza en tu fotógrafo que es tu ojo y el sonido que es tu oído, entonces eres ciego y sordo.

Después de esta oportunidad de dirigir, ¿continúa haciéndolo?

«Ya escribí otro proyecto al respecto. Me encantó la experiencia. Es una preocupación que tenía por dentro antes, era solo cuestión de tiempo.

¿Puedes anticipar el nuevo proyecto?

“Quiero hablar de las clases sociales en Cuba y, en particular, de los mendigos, pero la historia no pasará por ellos. Sería solo un vistazo a su vida, muchas veces ignorada.

¿Cuál es el mayor desafío que tienes como joven director cubano?

“Como director, busca el dinero para el próximo cortometraje, algo complicado porque en Cuba no hay fondos para apoyar al cine joven independiente. Esto es fundamental, porque si quieres hacer algo profesional, estéticamente bien hecho y competitivo, Necesito dinero Y, como fotógrafo, siempre tenga ofertas de trabajo.

¿Nos vemos mañana haciendo cine en Cuba?

“Nos vemos mañana haciendo películas. Si voy a conducir, quiero que sean proyectos cubanos, que tengan que ver con la identidad, la historia y la sociedad cubanas. Como fotógrafo, mis ojos hay que alquilarlos en todas partes. Ω

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