II Domingo del Tiempo Ordinario
Jesús quiere que hagamos un camino con Él; no le parece conveniente ni suficiente darnos explicaciones para convencernos ni desbordarnos repentinamente con sus verdades. Quiere que sigamos sus huellas y experimentemos vivamente quién es Él y a qué nos llama; que nos quedemos con Él para compartir su misma vida y destino porque Él quiere compartir el nuestro. El “ven y verás” que Cristo nos dirige a cada uno exige renuncia, sacrificio, confianza y paciencia. El discípulo de Cristo ha de ser confiado, sacrificado y ligero de equipajes. La Iglesia es misionera por naturaleza y todos los bautizados estamos llamados a evangelizar, a ser misioneros. Ungidos por el Espíritu Santo, que hemos recibido de Dios y que habita en cada uno de nosotros, queremos también decirle hoy al Padre, por medio de Cristo, desde lo más profundo de nuestro corazón: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”. […]