Centro Habana en el colimador de la Covid-19

Por: Lázaro Numa Águila

Centro habana
Centro habana

Una noticia alarmante fue dada a conocer el día 23 abril por el diario capitalino Tribuna de La Habana. La periodista Nayaren Rodríguez Socarrás informaba que el municipio Centro Habana se convirtió en el de mayor riesgo epidemiológico de la ciudad. El territorio alcanzó una tasa de incidencia de la enfermedad del 38,94 por cada 100 000 habitantes. El Consejo Popular Los Sitios despunta como el epicentro de la Covid – 19 en la localidad. Por tal motivo el Consejo de Defensa aprobó un plan general de enfrentamiento, acorde al nivel de complejidad de cada Consejo Popular. Las medidas deben tributar al logro de un efectivo distanciamiento social como estrategia para contrarrestar la transmisión.

Dicho de esta manera pudiera parecer algo “normal” desde el punto de vista operativo bajo las circunstancias existentes, pero en el caso de Centro Habana y de Los Sitios, se precisa de otros análisis para entender mejor la verdadera dimensión del hecho. Nada surge de la nada, aunque el catalizador nos llegue de cualquier parte. Este es un hecho particular que merece puntualizaciones específicas.

Centro Habana tiene una extensión territorial de 3,42 kilómetros cuadrados, es el más pequeño entre los quince de la capital. Su población asciende a 136452 habitantes según el “Anuario Estadístico” de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) en su última edición. Es el más densamente poblado del país con 39898,24 habitantes por Km². Se encuentra totalmente urbanizado y tiene 514 manzanas. Desde el punto de vista urbanístico se considera un territorio de tránsito por su conectividad con el resto de los municipios capitalinos. Hasta aquí solo se utilizan datos oficiales, con el retraso lógico del cierre anual de la ONE. En el municipio reside también una abundante población ilegal, fundamentalmente en el Consejo Popular Los Sitios, proveniente de las diferentes oleadas migratorias internas, que vive como puede y de cualquier cosa, consecuencia de no haber sido nunca una “zona congelada”, por obra y gracia del descuido, esto creó la brecha. Sustentados en esta breve data, salta a la vista que el poblamiento supera las posibilidades territoriales.

En las calles de Centro Habana el panorama sobrepasa la imaginación
En las calles de Centro Habana el panorama sobrepasa la imaginación

El Consejo Popular Los Sitios abarca el conocido barrio homónimo, cruza la calle Reina hasta Zanja y desde Belascoaín hasta las inmediaciones de la calle Amistad. Está conformado por un patrimonio inmobiliario de los más antiguos de la ciudad, concebido entre mediados del siglo XIX hasta mediados del XX, en un notable estado de deterioro. Nunca ha recibido un proceso de rehabilitación integral. Posee un elevado número de ciudadelas en las que conviven varias generaciones en un espacio mínimo, muchas aún conservan baños colectivos y una situación higiénica sanitaria compleja. El abasto de agua es precario y la recogida de basura, aunque ha ido mejorando, aún no satisface la demanda.  Se trata de una realidad palpable en el corazón de la capital de todos los cubanos.

El estado higiénico sanitario y la indisciplina social es desfavorable.
El estado higiénico sanitario y la indisciplina social es desfavorable.

El nivel delictivo y la situación social  se tornan complejos. La calle es el espacio por excelencia de socialización. En ella se conversa, se grita, se juega dominó, se pregona a toda voz el último número que salió en el juego de la bolita. Pululan   individuos deambulantes y hasta haciendo necesidades fisiológicas detrás de una columna o contenedor de basura a cualquier hora del día. Todo en él es caldo de cultivo idóneo para el desarrollo de cualquier epidemia.

No existen límites en la vía pública.
No existen límites en la vía pública.

La pandemia de la Covid – 19 ha visualizado el fenómeno territorial, pero las ciencias sociales, Salud Pública y la propia ciudadanía lo han venido marcando desde hace mucho tiempo sin resultado alguno. Hoy no son tiempos de lamentaciones, es hora de actuar en consecuencia y las medidas deben ser extremas por el bien de todos. Es cierto que cerrar el municipio Centro Habana es como tapar las válvulas del corazón de la ciudad. Sería fatal para la transportación, el comercio interior, dejarían de laborar una apreciable cantidad de entidades estatales y demandaría un despliegue de fuerzas y medios importantes, pero eso mantendría en sus hogares y bajo control sanitario a una masa poblacional de gran consideración que es lo que hoy se precisa. La medida puede hasta ser puntual dentro del municipio en cualquiera de sus cinco Consejos Populares, según las necesidades, pero lo que no puede dejar espacio a dudas es que es tiempo de actuar con mayor rigor, de lo contrario las consecuencias serán mayores. Si ya llegamos a tan desfavorable estado, no queda de otra, pongamos el punto final.

 

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