El pasado 29 de junio, en la Santísima y Metropolitana Iglesia Catedral de La Habana, los fieles de la arquidiócesis despidieron a su querido obispo auxiliar, Mons. Juan de Dios Hernández, quien próximamente tomará posesión de la diócesis de Pinar del Río tras ser nombrado por el Papa Francisco obispo de ese territorio eclesiástico.
Visiblemente emocionado, Mons. Juan de Dios dijo en sus palabras de despedida: “Gracias a mi querida Iglesia habanera. ¡Cuánto de Jesús me has entregado! ¡Cuánto de Él he descubierto en el amor fiel de los matrimonios, en la defensa de la vida desde la concepción, en la esperanza inagotable de nuestros ancianos, en la fortaleza de nuestros jóvenes, en la inocencia de nuestros niños, en la fidelidad callada y oculta de nuestros sacerdotes, por la sabiduría de la cruz llevada y ofrecida de nuestro cardenal y por las virtudes de nuestro arzobispo Juan!”.
Fue el sábado 14 de enero de 2005 cuando los fieles habaneros recibieron a Mons. Juan de Dios como su nuevo obispo auxiliar. En la celebración ocurrida también en la catedral, el sentimiento de todos era representado por medio de la frase bíblica: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”. En esa fecha ya era bien conocida la labor pastoral que, con entrega y humildad, el padre Juan de Dios desarrollaba en la Iglesia cubana como miembro de la Orden de la Compañía de Jesús, lo cual motivó que Su Santidad Benedicto XVI lo nombrara obispo auxiliar de la Arquidiócesis de La Habana y titular de Passo Coruese.
Hoy, la Iglesia habanera lo despide y le da gracias por su labor y entrega.
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