Granma gana la Serie Nacional 60 de la pelota cubana

Por: José Antonio Michelena

Granma gana la Serie Nacional 60 de la pelota cubana
Granma gana la Serie Nacional 60 de la pelota cubana

Se constituye una dinastía

 

La Serie Nacional número 60 del béisbol cubano ya es historia. La victoria de Granma sobre Matanzas en el sexto juego de la final le dio al conjunto oriental su tercera corona en los últimos cinco años para establecer una nueva dinastía en el deporte nacional.

A una campaña atípica, sin aficionados en los estadios, con un calendario recortado a 75 juegos, también le siguió una postemporada atípica, jugada en estadios burbuja, sin refuerzos, con paradas obligatorias por peloteros contagiados por el coronavirus, y contemplada igualmente solo desde la pantalla televisiva.

Los desenlaces de la postemporada, en cambio, no ofrecieron demasiadas sorpresas, salvo quizás, la derrota, en cuartos de final, de Sancti Spíritus, primero en la tabla de posiciones de la campaña regular, por Pinar del Río, que había ocupado la octava posición. En los otros pareos del primer play off, Matanzas derrotó a Cienfuegos; Las Tunas a Santiago; y Granma a Industriales. Este último enfrentamiento fue el más disputado de esa fase.

Granma y Matanzas derrotaron a Pinar el Río y Las Tunas, respectivamente, en el sexto juego –en ambos casos– de la etapa semifinal, aunque con la diferencia de que los matanceros habían perdido los dos primeros partidos, una situación similar a la que vivieron en la final contra el conjunto de Granma.

Matanzas llegó a la pelea conclusiva con varias cartas para el favoritismo: ser el campeón defensor; haber mostrado un poderío ofensivo superior, y contar con una plantilla compuesta por peloteros de mayor madurez, incluyendo a tres jugadores que han pasado por la MLB y fueron decisivos en la semifinal: Yadir Drake, Yadil Mujica y Erisbel Arruebarruena.

Granma, por su parte, después que avanzó a la fase final tuvo varios casos de Covid-19 en sus filas, razón por la que se retrasó el comienzo del play off; esa contingencia parecía un factor en contra de las aspiraciones del equipo. Estaban a su favor: haber disputado una campaña sólida; contar con el lanzador más ganador en la Isla en la actualidad, Lázaro Blanco; y tener dos jardineros cuyo fogueo en otras ligas les ha hecho crecer mucho como peloteros: Roel Santos y Raico Santos. A ellos tres se unió el bateo desbordado del joven Guilllermo García. Entre los cuatro inclinaron la balanza. Sus aportes fueron fundamentales.

Granma gana la Serie Nacional 60
Granma gana la Serie Nacional 60

Pero no fueron los únicos argumentos de Granma para su victoria. Aunque ninguno de los dos conjuntos exhibía un buen cuerpo monticular, el de Matanzas se comportó peor, y aunque ninguna de las dos direcciones haya brillado, ahí también los de oriente sacaron alguna ventaja. En dos ocasiones –en los juegos cuarto y sexto– en las que Matanzas estuvo arriba en el marcador, su director estuvo desacertado en el manejo de los lanzadores. Y costó caro.

No fue una final brillante como no fue una postemporada atractiva. Se vieron demasiados errores de táctica y de estrategia, de jugadas que evidencian cuánto se ha quedado atrás el béisbol cubano, como los continuos toques de bola en cualquier situación de juego, en cualquier entrada. A quién se le ocurre que con cuerpos monticulares tan deficientes, se ordene el toque de bola con tanta frecuencia, como si una o dos carrera fueran suficientes para ganar un juego. Es un absurdo.

El bajo nivel de béisbol que se observa en la Serie Nacional deja muy pocas esperanzas para clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio. Ahora los ejecutivos de este deporte están convocando a los cubanos que juegan en otras ligas, excepto la MLB, para integrar la selección nacional, pero se han visto pocas señales de reacción. Después de tanto tiempo demonizando a los peloteros de la diáspora, no cabe esperar otra cosa.

Salvo un milagro, el béisbol cubano no estará representado en los próximos Juegos Olímpicos; tampoco en los de París 2024, porque allí no participará este deporte. Quizás en Los Ángeles 2028, pero falta mucho tiempo. Por lo pronto, hay muchas cosas que resolver en la liga cubana y en sus estructuras. Les urge una renovación total.

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