16 de noviembre de 2021
Estimados hijos e hijas de San Cristóbal:
Jesucristo caminó con sus discípulos de sur a norte y de norte a sur la Palestina anunciando el Evangelio. Dios es Papito misericordioso y todos somos sus hijos y, por tanto, todos somos hermanos.
Después de su muerte y resurrección mandó a sus discípulos a ir por el mundo entero y realizar lo que habían hecho con Él antes: caminar juntos y anunciar el Evangelio y, de esa manera, el Evangelio llegó a Réprobo, quien era un hombre alto y fuerte. Se propuso servir al rey más poderoso del mundo y en su búsqueda, después de haber servido a reyes de este mundo y al mismísimo demonio, dio con un ermitaño que le habló de Cristo y le instruyó en la fe cristiana. Se bautizó con el nombre de Cristóbal que significa “Portador de Cristo”.
Se retiró a las orillas de un río para ayudar a los viajeros a cruzarlo. Un día se le presentó un niño. Cristóbal lo cargó y se sintió hundiéndose ante el peso que llevaba sobre sí. Al llegar a la orilla le dijo: “Niño, me pesabas como si llevara el mundo sobre mis hombros”. El niño le respondió: “No cargabas el mundo, sino al Creador del mundo. Yo soy Jesucristo a quien sirves con tu trabajo”.
Cristóbal predicó la Buena Noticia de Jesucristo y en tiempos del emperador romano Decio fue decapitado por ser cristiano.
Como San Cristóbal es nuestro patrono, protector y defensor, le rogamos que nos cargue y nos lleve a la orilla de una Habana nueva, maravillosa por la paz, la concordia y la felicidad.
San Cristóbal, carga a los matrimonios, los cuales si se quieren, te será más fácil llevarlos, ya que Él la carga a Ella y tú a los dos, pero aunque estén fajados, llévalos en cada hombro tuyo y mientras llegas a la orilla del amor natural, fiel y fecundo, reconcílialos en un hogar nuevo.
San Cristóbal, carga a las embarazadas con sus frutos benditos, y mientras llegan a la orilla de la vida, dile a la madre que ella es bendita y el fruto del amor de su esposo, es bendito y nunca permitas que lo ahoguen en el río del aborto, primera violación de los derechos humanos.
San Cristóbal, carga a los presos y regrésalos a la orilla de sus casas donde sus familias los esperan para celebrar una feliz Navidad.
San Cristóbal, carga a los gobernantes y a todos aquellos que piensan distinto de ellos en política, economía, agricultura, ganadería, familia, religión, personas vulnerables y otras cuestiones, referentes a la felicidad del pueblo y déjalos juntos como hermanos en la orilla del bien común para que haya tierra nueva.
San Cristóbal, carga las inmensas obras misericordiosas de nuestros difuntos y preséntalas a Dios Padre en la orilla de la puerta del cielo nuevo.
Cárganos a todos, San Cristóbal y condúcenos por el camino de Cristo y colócanos en la orilla de una Habana nueva, maravillosa, donde ningún habanero insulte, calumnie, maltrate, dañe, golpee, robe, mate a ningún habanero.
San Cristóbal, carga a nuestra Iglesia y háblanos de común-unión, participación y misión en el camino de alabar al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo y en el servicio evangelizador, catequético, educativo y caritativo.
San Cristóbal, cárganos y enséñanos a cargar a todos los que lo necesitan y después juntos todos los hermanos lleguemos a la casa del cielo nuevo, que nos pertenece por derecho propio porque somos hijos del Papito Dios.
Que el Señor bendiga a nuestro Cardenal por sus sabias palabras y el Espiritu Santo lo ilumine siempre. Gracias