Sound of Metal: El sonido de la vida y también su silencio

Por: Por José Antonio Michelena

Sound of Metal
Sound of Metal

Quienes comienzan a ver Sound of Metal sin haber leído, previamente, una reseña sobre el filme, pueden pensar que se trata de una historia sobre superación de dificultades en la que el protagonista, después de una ardua batalla de tropiezos y avances, logra alcanzar sus objetivos de manera brillante. De relatos así hay un enorme catálogo, pero no es el caso.

Rubén (Riz Ahmed) es un joven baterista de rock que repentinamente pierde la audición, algo terrible para cualquiera, pero peor aún para un músico. Como su estado financiero no es de mucha solvencia, él no puede costearse la operación que pudiera devolverlo al mundo de los sonidos con un implante. De manera que su siguiente movimiento es entrar a un grupo de personas que aprenden a afrontar la vida como sordos, a comunicarse con lenguaje de señas, y a aceptar su condición de hipoacúsicos, una comunidad muy especial que dirige Joe (Paul Raci), sordo y exalcohólico. (También Rubén debe alejar el fantasma de la adicción, de la cual lleva libre cuatro años, pero ahora le ronda).

Mas las cosas deben ser a la manera de Joe, en ese retiro campestre donde deberá vivir Rubén, sin la compañía de su novia Lou (Olivia Cooke), su pareja en la música y en la vida, su sostén emocional, con quien ha vivido, en una caravana, durante los últimos cuatro años. Nada se nos dice de cómo ha sido la vida de ambos antes de ese momento.

Sound of Metal es mucho más que una película sobre superación de dificultades y discapacidades; es una fábula sobre los cambios y la aceptación de estos en el camino de la vida; sobre la solidaridad, la empatía, el amor, el sacrificio; es un drama sicológico profundo, vivido desde el interior del protagonista con una fuerza interpretativa tan brillante que puso al actor en la lista del Óscar.

El otro protagonista de la cinta, el elemento que le otorga su carácter especial, es el sonido. Toda la narrativa del filme está construida sobre los sonidos que siente (o no siente) Rubén: en el preámbulo, durante la primera escena, mientras él acciona las baquetas y los pedales sobre la batería y Lou canta, en medio de una actuación, se nos ofrece su lenguaje corporal para ir leyendo todo el relato. Así será hasta el final.

Como Rubén es una persona muy emotiva y como sentimos la historia a través de él, la sinestesia domina el discurso narrativo. El otro recurso que estructura el relato es la elipsis, lo cual es muy coherente con los significados y la propuesta temática. Así como la comunidad sorda debe saber leer los labios y las señas de las manos, los silencios y las omisiones tienen una función. El espectador debe llenar los vacíos de la historia entre una escena y otra, entre un plano y otro; debe saber interpretar lo que no se dice en este filme minimalista.

“Cuándo fue la última vez que te llevé al límite”, dice una línea del tema que canta Lou al inicio del filme. “Please, kill me”, dice el tatuaje que ofrece Rubén en el centro de su pecho, debajo de dos pistolas cruzadas. Ambos han conocido los límites; ambos se encontraron en algún momento de sus respectivas angustias y sanaron su dolor acompañándose. El sentimiento de gratitud de uno hacia otro es tan grande como el amor que se profesan. Ahí está otro ingrediente distintivo del filme: esa rara historia de amor entre Rubén y Lou, capaz de cualquier sacrificio en aras del otro. Son dos seres llenos de una bondad que desmonta los clichés de personajes así, otra riqueza sustancial de Sound of Metal. “Purifícame”, dice una de las líneas finales de la canción de Lou, y en este filme nada es gratuito, cada elemento significa.

Sound of Metal está nominada en cinco categorías a los Premios Óscar de 2021: Mejor película, Mejor actor protagónico (Riz Ahmed), Mejor actor secundario (Paul Raci), Mejor guión original, Mejor edición, Mejor sonido. En todas la tiene difícil la película de Darius Marder; podría obtener alguna estatuilla o no, pero, sin dudas, es una de las grandes producciones del año. Ω

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