Celebran misa por el descanso eterno de Monseñor Petit

Texto y fotos: Yarelis Rico Hernández

Mons. Petit
Mons. Petit
Con un agradecimiento a Dios por la vida de Mons. Alfredo Víctor Petit Vergel, el cardenal Juan de la Caridad García, arzobispo de La Habana, despidió al querido obispo auxiliar emérito de esta arquidiócesis, sacerdote de gran celo apostólico, que supo vivir su ministerio de consagración a Cuba y a su Iglesia en medio de un contexto de limitaciones y prejuicios.
Tomando como referencia el monumento que se alza en las puertas del cementerio de Colón, el cual representa las tres virtudes teologales, el arzobispo de La Habana destacó que fue Mons. Petit un hombre de fe probada, de esperanza confiada y de caridad callada.
“La esperanza nos hace caminar, aseguró, y el padre Petit fue ese caminante que, aún en situaciones difíciles, confió en el Señor y continuó su misión junto a su Iglesia”. Destacó que como hombre de fe, trabajó mucho desde el silencio, fue cercano a las familias, a los amigos, pero en especial a los jóvenes, quienes encontraban en él a un padre amoroso, crítico y certero.
Reconociéndolo como auténtico practicante de esa caridad que no busca pregonarse, el cardenal cubano aseguró que Mons. Petit será recordado por muchos, a los que ayudó y acompañó, y quienes sí saben de su entrega callada y sostenida.
En la misa de exequias, celebrada en la parroquia de San Francisco de Paula, en la barriada de La Víbora, el nuncio apostólico en Cuba, Mons. Giampiero Gloder dio lectura al mensaje del Papa Francisco, en el que expresa su agradecimiento por el generoso ministerio de Mons. Petit, a quien reconoce como pastor que supo entregarse por el bien del santo pueblo de Dios en Cuba, como párroco, como formador y rector del Seminario, y como obispo auxiliar de La Habana. “Tuvo un verdadero corazón pastoral, capaz de actuar con la firmeza y la fortaleza que viene de Dios y, al mismo tiempo, con la misericordia, la comprensión y la gracia del Señor que imprime y multiplica estos dones”.
Al final de su mensaje, el Santo Padre ofreció su oración a Dios por el eterno descanso del alma de Mons. Alfredo Petit, recomendándola a la materna mirada de la Virgen María, y rezó por la consolación de todas las personas que lo han conocido y sufren su pérdida.
Acompañaron al cardenal Juan de la Caridad García, los obispos, actual y emérito de Pinar del Río, monseñores Juan de Dios Hernández y Jorge Serpa, así como Mons. Arturo González, obispo de Santa Clara. Asistieron, además, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos de la Arquidiócesis.

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