El Santuario Nacional de San Lázaro es el segundo en importancia de Cuba, después de la Basílica-Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre. Con alrededor de 1 500 fieles diarios, puede alcanzar en un fin de semana (viernes, sábado y domingo) del mes de diciembre unos 35 000, sin contar que desde la apertura del templo a las 7:30 a.m. del 16 de diciembre hasta las 10:30 p.m. del día 17, en que se celebra su santo titular, puede alcanzar los 90 000 peregrinos.
Para conversar sobre este Santuario, Palabra Nueva se acerca al presbítero Elixander Torres Pérez, quien es su rector desde el 4 de agosto de 2017.
¿En qué san Lázaro creen los católicos cubanos practicantes y aquellos hermanos creyentes que entran en ese grupo denominado “piedad popular”?
“Para responder esta pregunta, primero que todo debo decir que, aunque resulte difícil de creer por algunos, existen en la historia del cristianismo, tanto occidental como oriental, varios santos con el nombre de ‘Lázaro’, que se inspiran en dos fuentes principales: san Lázaro, ‘el obispo’ y san Lázaro ‘el mendigo’, devociones que se han entremezclado desde muy antiguo. Por eso, es necesario que conozcamos, aunque brevemente, a algunos de estos hombres santos que compartieron tanto el nombre como la fe.
”San Lázaro ‘de Betania’ era el ‘de Jesús’ y ‘hermano de Marta y María’, el ‘devuelto a la vida’. Parte de su historia está contenida en el Nuevo Testamento. Es contemporáneo con Jesús. En las tradiciones pseudoclementinas se dice que acompañó a san Pedro a Siria. En Oriente se dice que llegó a Chipre, y que fue obispo de Kittion (Lárnaca) consagrado por san Pablo y san Bernabé durante el primer viaje apostólico del ‘Apóstol de los Gentiles,1 acaecido alrededor del año 40 d.C. (Hch 13.7-12). Allí se encuentran gran parte de sus reliquias. Ya en el siglo III se veneraba en toda la Iglesia. Su fiesta se celebra el 29 de julio en la Iglesia católica romana, según el Martirologio Romano, junto a sus hermanas Marta y María2 de Betania.3 Otras tradiciones señalan su celebración el 17 de diciembre.
”Otro san Lázaro, ‘el mendigo’, es también un personaje bíblico, al parecer contemporáneo con Cristo. Lo que sabemos de él lo encontramos en el Evangelio según san Lucas (Lc 16.19-31). Lázaro, pobre, aparece aquí como el protagonista de una narración que es diferente a las otras hechas por el propio Jesús. Narración que, según los biblistas, es un midrash,4 no una simple parábola o historia que ya sabían los judíos,5 como muchas veces se ha dicho. Alrededor del mundo hay vitrales, frescos, tallas y oraciones, que nos hablan de la veneración a este personaje bíblico, ligado siempre a los leprosorios y hospitales, pues padeció de una enfermedad de la piel, probablemente de lepra. Su culto, hasta el momento, permanece en la ambigüedad, es decir, entre lo permitido por la tradición secular (y eclesiástica) cristiana y la reticencia a celebrarlo. Además de las muletas y los perros, sus otros atributos son: una bolsa o zurrón para recoger las limosnas, y una campanilla o matraca. La creciente devoción a san Lázaro, ‘el mendigo’, y la multiplicidad de gracias concedidas a través de su intercesión confirma la fe de sus devotos. Su fiesta se celebra el 17 de diciembre en Cuba y en varios lugares del mundo.
”San Lázaro ‘Zographos’ (Zorográfos) fue un monje que vivió en Constantinopla (actual Turquía) en el siglo III d.C. Su fiesta se celebra el 14 de marzo.
”San Lázaro ‘de Marsella’ se refiere a la misma persona que el ‘obispo de Aix-en-Provence’ y del ‘obispo de Autun’, los tres lugares en Francia. Durante mucho tiempo se pensó que este ‘Lázaro’ era ‘el amigo del Señor’, sin embargo, se sabe a ciencia cierta que todo parte de una confusión debido a su nombre. Lázaro fue el primer obispo verificable de la diócesis francesa de Aix-en-Provence, Francia. Su obispado le fue concedido por el emperador Constantino III (usurpador del trono) en el año 408 d.C. Cuando el emperador Constancio II recuperó el trono imperial en el año 411, se le retiró a Lázaro de Aix su obispado, por lo que partió a Tierra Santa. Regresó a Francia y se estableció en la ciudad de Marsella, donde murió el 3 de agosto de 441 (siglo v d.C.). Algunas de sus reliquias se conservan en la Abadía de San Víctor de Marsella, donde también está su epitafio. Otras reliquias suyas se encuentran en la Catedral de Autun, que está dedicada a él. Aunque no está canonizado por la Iglesia católica, la tradición francesa señala su fiesta el 23 de febrero.
”San Lázaro ‘de Persia’ vivió en el año 326 (siglo IV d.C.). Su fiesta se celebra el 27 de marzo.
”San Lázaro ‘de Kyoto’ (Japón), también del siglo IV d.C., murió mártir. Su fiesta se celebra el 28 de septiembre.
”San Lázaro ‘Jrebeljánović’ o ‘San Lázaro de Serbia’ fue rey de Serbia. Vivió en el siglo IV d.C. Su fiesta se celebra el 28 de junio para la Iglesia ortodoxa serbia.
”San Lázaro ‘de Milán’ fue uno de los obispos de la diócesis de Milán, vivió en el siglo V d.C. Su fiesta se celebra el 11 de febrero.
”San Lázaro ‘de Constantinopla’ nació en Georgia en el siglo IX d.C., fue monje, le llaman ‘el iconógrafo’. Su fiesta se celebra el 17 de noviembre.
”San Lázaro, ‘Estilita’ vivió en el siglo XI d.C. en el monte Gelasio, en Éfeso (Turquía), fue un santo ermitaño. Su fiesta se celebra el 7 de noviembre.
”Después de tener estas referencias, salta a la vista enseguida que los dos “santos” a los cuales se dirige la devoción católica y la religiosidad popular de nuestro pueblo son los dos primeros: san Lázaro, ‘el hermano de Marta y María de Betania’ o el ‘Obispo’; y san Lázaro, ‘el pobre”, ‘el mendigo’, ‘el leproso’”.
Entonces, san Lázaro, “el amigo de Jesús”, ¿no fue obispo de Marsella?
“Este es un tema muy difícil de abordar, pues toca la sensibilidad de muchos creyentes. San Lázaro, conocido como ‘el amigo de Jesús’ o ‘el devuelto a la vida’, según las investigaciones más modernas, probablemente nació en Betania (en hebreo Beth-Aniah significa: ‘Casa del dolor’), una pequeña aldea situada en la falda oriental del Monte de los Olivos relativamente cercana a Jerusalén. Es contemporáneo con Cristo. Su nombre en hebreo, Eleazar significa: ‘Dios ayuda’. Tenía dos hermanas: Marta y María de Betania. Jesús era gran amigo de esta familia. De hecho, se alojó en su casa al menos en tres ocasiones (Mt 21.17; Mc 11.1; Lc 10.38; Jn 11.1). Es muy famoso, principalmente, porque fue devuelto a la vida por Jesús, según consta en el Evangelio según san Juan (Jn 11.41-44). A partir de esta historia, su nombre es utilizado frecuentemente como sinónimo de ‘resurrección’. Fuera de los datos bíblicos, existía una especie de silencio sobre su vida y sobre su ‘segunda muerte’.
”Pero en el siglo VIII d.C., alrededor del año 774 d.C., el venerable Juan, obispo de Eubea (isla griega), en una de sus homilías nos da pistas sobre los últimos días en la tierra de este santo. Afirma que, después del asesinato del diácono san Esteban (34 d.C.) (Hch 7.54-60), Lázaro se dio cuenta que la próxima víctima sería él, ya que predicaba la resurrección de Cristo. Por tal motivo, huyó junto con sus hermanas al sur de Chipre donde continuó su predicación. Allí fue consagrado como obispo de Kittion (Lárnaca), alrededor del año 48 d.C. por los santos apóstoles Pablo y Bernabé. San Lázaro fue obispo por aproximadamente treinta años hasta su muerte, alrededor del año 80 d.C.
”Esta historia, que parecería toda una leyenda, fue en gran parte confirmada en el año 900, cuando el emperador León VI, ‘el filósofo’ hizo llevar a Constantinopla las reliquias del santo que se conservaban en Kittion a cambio de construir allí una magnífica catedral en honor de san Lázaro. El acontecimiento del traslado de las santas reliquias está registrado en el ‘Sinaxario Constantinopolitano’6 los días 17 de octubre (traslado de Chipre a Constantinopla) y 4 de mayo (deposición en el monasterio constantinopolitano de San Lázaro). Las reliquias fueron llevadas de Constantinopla a Roma por los Cruzados en el 1204, después se trasladarían a Milán y, por último, fueron llevadas a Francia como botín de guerra. Se depositaron en la Sainte-Chapelle de París, de donde desaparecieron durante un saqueo en plena Revolución Francesa.
”Muy probablemente los chipriotas no entregaron la totalidad de las reliquias, sino que depositaron el cráneo y algunos huesos del santo en una urna de madera y la colocaron en el antiguo sepulcro del santo, mientras entregaban el resto al emperador. Esta historia quedó al descubierto cuando en 1970 la catedral de Agios Lázaros sufrió un gravísimo incendio que afectó gran parte del interior, incluido el iconostasio. Fue restaurando la iglesia en los años siguientes, cuando se hallaron reliquias de san Lázaro, dentro de una caja de madera, depositadas en una tumba de mármol que tenía grabado el título: ‘Lázaro de los cuatro días. El amigo del Señor’.
”Durante mucho tiempo se pensó que el san Lázaro ‘de Marsella’ era el ‘amigo del Señor’, sin embargo, hoy se sabe a ciencia cierta que todo parte de una confusión debido a su nombre. Por lo tanto, san Lázaro ‘el amigo del Señor’ no fue ‘obispo de Marsella’, sino de Chipre. Tampoco podemos asegurar que murió mártir, pues no hay testimonio firme de ello.
”La fiesta de san Lázaro, el amigo del Señor Jesús, se celebra hoy en la Iglesia católica romana el día 29 de julio (junto a sus santas hermanas Marta y María de Betania). También se celebra el domingo anterior al Domingo de Ramos, es decir, el Quinto Domingo de Cuaresma, conocido en Occidente como el ‘Domingo de Lázaro’. En las Iglesias católicas de rito oriental y en la Iglesia ortodoxa se celebra el sábado anterior al Domingo de Ramos, conocido como ‘Sábado de Lázaro’. Durante los siglos han existido otras fechas para conmemorar a san Lázaro. Por ejemplo, Adón, obispo de Viena (siglo IX d.C.) en su Martirologio señala la fiesta de san Lázaro el día 17 de diciembre, de allí pasó al Martirologio de Usuardo (siglo IX d.C.) y, de este, al Martirologio romano. En algunos lugares concretos lo celebran otro día, por ejemplo, en Tournai (Francia) lo celebran el 5 de diciembre, mientras que en Toulouse y en Verdún (Francia) lo celebran el 16 de diciembre”.
¿Y san Lázaro, ‘el mendigo’?
“Lo que sabemos de san Lázaro, ‘el mendigo’, lo encontramos en el Evangelio según San Lucas (Lc 16.19-31). Lázaro, pobre, aparece aquí como el protagonista de una narración que es diferente a las otras hechas por el propio Jesús. Primero, porque Jesús mismo le da un nombre propio a su personaje principal y habla de él como si sus interlocutores lo conocieran. ¿No se trataría de alguien conocido por su santidad? Segundo, porque es Jesús quien narra la parábola de principio a fin y no explica su contenido como acostumbraba a hacer con todas las demás narraciones. Tercero, porque hay una explícita referencia a las ‘llagas’ y a los ‘perros’, que serán parte inseparable de la imaginería lazarina. Cuarto, porque Jesús mismo da certeza dos veces de la presencia de Lázaro ‘en el Seno de Abraham’, es decir, en el Cielo, y que allí recibe ‘su consuelo’, lo que hace pensar en la llamada doctrina bíblica ‘de la retribución’. Quinto, no se puede dejar de señalar que las más antiguas tradiciones de la Iglesia hablan de su persona. Existen iconos, pinturas y frescos antiquísimos en catacumbas e iglesias que lo representan. Incluso, en la liturgia fúnebre se hacen referencias frecuentes a ‘Lázaro, pobre en este mundo’. Por esta y otras razones, muchos teólogos y biblistas de la Iglesia han llegado a pensar que Lázaro fue un hombre real que vivió en tiempos de Jesús, conocido por el auditorio que le escuchaba, que llevó una vida muy difícil, rodeado de miseria y enfermedad, y del que el propio Jesús asegura que ‘fue llevado al Cielo por los ángeles de Dios’”.
¿Por qué presentar a san Lázaro con muletas y perros?
“Algunos fieles católicos se han asombrado de que la imagen de san Lázaro, el ‘mendigo’ en nuestro Santuario y en otras iglesias se muestre con los signos que desde antaño tenía y que en un momento de nuestra historia les fueron retirados. Incluso, la misma imagen fue revestida y removida a un lateral del templo. El devolver la imagen a su estado original supone acercarnos a todos aquellos que llegan a nuestro Santuario buscando la mediación de lo divino, sea o no el Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo tal y como lo profesamos en la Iglesia católica. Significa ciertamente un acercamiento a la religiosidad y a la piedad de nuestro pueblo creyente y sencillo, amén de que siempre existirán los retos y las dificultades antiguas y nuevas de tipo pastoral.
”Por otro lado, otros visitantes al Santuario Nacional preguntan curiosamente: ¿dónde está la imagen de san Lázaro?, esperando –tal vez– encontrar la que represente a un san Lázaro ya viejo y encorvado. Sin embargo, desconocen que ambas imágenes corresponden a un mismo santo, pero la imaginería tradicional cubana prefiere al ‘viejo’ para que responda este mucho mejor a la pronta muerte del santo en la parábola evangélica de Lucas, por un lado, y por otro, se asemeje en el sincretismo religioso al orisha Babalú ayé (‘padre del mundo’) ya que la palabra: Babá significa: ‘padre’ o ‘viejo’. De hecho, en Cuba, uno de los sobrenombres de san Lázaro, el mendigo, es ‘el viejo Lázaro’, o simplemente, ‘el Viejo’”.
¿Qué sabemos de la imagen de este san Lázaro, ‘el mendigo’, que se venera en el Santuario?
“Hasta hoy podemos afirmar con total seguridad que esta imagen vino del antiguo hospital de San Lázaro que estaba situado en los terrenos que hoy ocupa el Hospital Hermanos Ameijeiras, antigua ‘caleta de Juan Guillén’ devenida ‘caleta de San Lázaro’ por el propio leprosorio que le dio nombre al torreón, a las canteras cercanas y a la calle que lo circundaba. Todo parece indicar que era la imagen ‘titular’ de la iglesia de este lazareto habanero.7 Es una imagen barroca, ricamente decorada. Los especialistas en restauración e historia del arte que la han analizado aseguran que pudo venir tanto de la Escuela Barroca del Perú como de la Escuela Barroca de Sevilla. En este último caso compartiría hechura con la imagen del titular de nuestra arquidiócesis. Data de mediados o finales del siglo XVII o inicios del XVIII, y ha sido testigo mudo de cientos de miles de peregrinos a lo largo de la historia del Santuario”.
¿No tiene miedo de estar con esto exacerbando el sincretismo religioso?
“Para nada. Cubrir la imagen con un manto o con pintura para que no se le vean las llagas y retirarle los perros, el cencerro, la bolsa y el bastón sería como colocarle un manto verde a la imagen de santa Bárbara que conocemos y retirarle el cáliz, la espada, la corona y el castillo por miedo al sincretismo de la fe católica con los cultos afrocubanos. La propia imagen del Niño Jesús de Atocha (sincretizada en Cuba con el orisha Eleguá) es otro ejemplo claro de esto. ¿Deberíamos suprimirle el báculo? ¿Deberíamos retirar su imagen de nuestros templos, condenarla, satanizarla? Y ahora voy a decir algo un poco fuerte. El Santísimo Sacramento del altar es considerado por el sincretismo afrocubano ya bien como ‘la presencia de Dios’ ya bien como uno de los ‘caminos’ del orisha Obbatalá. Me pregunto yo, ¿acaso debemos dejar de celebrar la santa misa o de exponer el Santísimo Sacramento por miedo al sincretismo?
”A mi humilde entender, pues no soy ni teólogo ni pastoralista, la cuestión pastoral no estriba en ‘esconder’, ‘cambiar’ o peor aún, ‘mutilar’ las imágenes como durante la iconoclasia bizantina de los siglos VIII y IX d.C.8 Estaríamos con ello renegando de nuestra historia, de nuestra tradición católica. Además, estaríamos cerrando para muchos –y tal vez para siempre– la entrada a esa especie de ‘atrio de los gentiles’ que supone la piedad popular, e incluso, el propio sincretismo, para la Iglesia. La cuestión neurálgica es la evangelización, la presentación de las verdades de fe sin miedo, pero sin herir. Concretamente debemos enseñar que, dentro de la gama de los santos cristianos llamados Lázaro, hay dos que ocupan la fe de nuestro pueblo: san Lázaro ‘el obispo’ y ‘obispo de Chipre’ si se refiere al ‘amigo de Jesús’, ‘el muerto resucitado al cuarto día’, el ‘hermano de Marta y María de Betania’; y san Lázaro ‘el pobre’, ‘el mendigo’, figura controvertida o no, pero lo cierto es que está presente en nuestra devoción cristiana desde finales del siglo II d.C. Y hay pruebas concretas de esto. Debemos afirmar con claridad que ni uno ni otro son representaciones del orisha Babalú ayé.
”Hasta ahora, el propio sincretismo, en su tradición oral, enseña que tanto la imagen de san Lázaro, el obispo, como la del pobre mendigo son representaciones de los diversos caminos de Babalú ayé, también conocido como Shapkuana (por sus pústulas gangrenosas) o Azojano (como enfermo de viruela). A la imagen del Lázaro obispo le denominan ‘el poderoso’ porque para los seguidores de la santería es la imagen del ‘rey de Arará’ (Dahomey, Benín), el ‘camino más puro’; y a la del mendigo, ‘el milagroso’, porque se asemeja a la descripción del pataquín nigeriano”.
¿Por qué la “ropa de saco” y el color morado?
“Como devoción a la persona del ‘pobre Lázaro’, muchos peregrinos se visten con ‘ropa de saco’, y emplean adornos o telas de color ‘morado’ (símbolos ambos de penitencia), herencia –tal vez– de las antiquísimas prácticas penitenciales católicas. Además de que la fiesta de san Lázaro coincide con el tiempo litúrgico de Adviento, cuando en la Iglesia universal predomina el color morado. Pero la fiesta de san Lázaro se ha celebrado con diferentes colores litúrgicos: blanco, de santo no mártir; rojo, de santo mártir; y últimamente el morado, subrayando el tiempo litúrgico de Adviento y la tradicional vestimenta de los peregrinos que asimilaron este color como el ‘propio’ de san Lázaro, ya sea por celebrarse en Adviento o por imitar la vestimenta del obispo. Hoy día, celebramos a san Lázaro, tanto al ‘obispo’ como al ‘mendigo’, con el color litúrgico blanco, como a cualquier otro santo de la Iglesia”.
¿Por qué los exvotos y ofrendas?
“Traer exvotos a los santuarios es una tradición que los cristianos tenemos desde los orígenes de nuestra fe. El rector anterior a mí creó un Museo de los Exvotos para presentar a los fieles los gestos materiales de los favores recibidos por la intercesión de san Lázaro, museo que hoy tiene una sede nueva, más amplia, para este fin. Los exvotos son agradecimientos, recordatorios de milagros. En ellos se cumple lo que dice el refrán: ‘Es de bien nacidos ser agradecidos’. Los peregrinos también traen como ofrendas vino y aceite que nos recuerdan la parábola del Buen Samaritano (Lc 10.25-37), donde el samaritano cura al judío herido, limpia sus heridas con vino y las cubre con aceite (símbolos de alegría y salud). Traen también flores, generalmente moradas, y varios exvotos, que muestran su profundo agradecimiento interior. Las velas, también moradas, representan su deseo de ser ‘iluminados’ por Dios a través de la intercesión de san Lázaro, y de quedarse en oración en el templo, así como ellas permanecen y se gastan irradiando su luz”.
¿Si san Lázaro, “el mendigo”, no aparece en el Calendario universal de la Iglesia, por qué se celebra el 17 de diciembre?
“Primero que todo, no olvidemos que el nombre de Lázaro para los dos santos bíblicos ha propiciado, desde el principio, que se hayan mezclado sus historias y devoción. Por lo que no es raro que compartan fecha de celebración, ya que ninguno de los dos tiene señalada esta fecha en el Martirologio romano. En verdad, esto es muy curioso y, a la vez, muy interesante.
”Muchos nos preguntamos por qué el día 17 de diciembre en Cuba se celebra el ‘día de San Lázaro’, refiriéndonos al mendigo. Y más, cuando ni los calendarios oficiales de la Iglesia, ni el Martirologio moderno hacen referencia alguna a este día como fecha señalada para celebrar a este santo. Sin embargo, si nos adentramos tanto en la historia litúrgica como en la historiografía del Santuario, tal vez, encontremos respuesta a nuestra pregunta. Primero, es que el antiguo Martirologio romano señala la fiesta de san Lázaro, obispo (muchas veces identificado con el pobre mendigo) el 17 de diciembre. Segundo, que desde el siglo VII, en España se celebra el día 18 de diciembre la Fiesta de la Anunciación que más tarde cedió su lugar a la Fiesta de la ‘Expectación del parto’ o de ‘Nuestra Señora de la O’, haciendo referencia a que el día 17 comenzaba la segunda parte del Tiempo de Adviento con las antífonas litúrgicas que se encabezan con la exclamación latina de admiración ‘O’.9 En Cuba, en el pequeño poblado habanero de El Rincón, también el día 18 de diciembre y su vigilia, eran muy importantes, pues antes de la llegada de san Lázaro, según parece, se celebraba la fiesta de ‘Nuestra Señora de la O’ o de la ‘Virgen de Esperanza’ (la ‘Macarena’ de Sevilla), que era la patrona primigenia de este pueblo. Y tercero, según consta en la historiografía, la inauguración oficial de la nueva capilla de San Lázaro en El Rincón tuvo lugar en medio de una Santa Misa celebrada justamente el lunes 17 de diciembre de 1917, día previo a las fiestas patronales del pueblo”.
¿Por qué colocar esta imagen de san Lázaro, “el mendigo”, en el altar mayor y colocar en otro altar al tradicional san Lázaro, “el obispo”?
“Para poder responder a eso debo señalar antes dos cosas. Primero, que es una tradición católica romana colocar al santo titular del templo en medio del altar mayor del mismo. Segundo, desde su edificación en 1714 el templo de San Lázaro, primero capilla pública del hospital con el mismo nombre, hasta hoy, Santuario Nacional, el titular de esta iglesia es san Lázaro, ‘el mendigo’, y no ‘el obispo’. Por lo tanto, la presencia de esta imagen en el altar principal no es ni canónica ni litúrgicamente hablando una idea descabellada y mucho menos una blasfemia. Aquí no entra a desempeñar ningún papel el gusto o la preferencia, ni siquiera lo pastoral. En esta cuestión no se está sobreponiendo el aspecto pastoral sobre el teológico y litúrgico. En lo referente a san Lázaro, ‘el mendigo’, lo pastoral, lo teológico y lo litúrgico van de la mano con la historia y la devoción.
”El 17 de diciembre de 1917, la iglesia de San Lázaro –aun capilla del hospital– fue bendecida en su nuevo emplazamiento en la localidad de El Rincón. En este año ya la devoción a san Lázaro, ‘el mendigo’, se estaba considerando más ‘popular’ que ‘tradicional católica’, hasta el punto de que, en el actual retablo mayor, obra del habanero Estudio Coromina, en el año 1940, se colocó la imagen del ‘obispo’. Se tienen pruebas documentales que muestran que la devoción, las procesiones y las oraciones ‘con permiso eclesiástico’ culminan alrededor del año 1925, cuando parece haber un giro radical de las prácticas devocionales, digamos ‘oficiales’.
”Todo parece indicar que, por decisión de Mons. José Manuel Dámaso Ruiz y Rodríguez, entonces arzobispo de La Habana, para salvar la ‘catolicidad’ de la devoción a san Lázaro, se mandó a vestir la antigua imagen del ‘mendigo’ y se le retiraron los atributos propios, comunes a las imágenes de este tipo desde muy antiguo como la del Lazareto de Plasencia, en España. Asimismo, a esta imagen, colocada a un lateral del hasta entonces minúsculo templo10 se le denominó como ‘san Lázaro, mártir’ tratando de identificar ambas imágenes como ‘escenas’ de la vida de un mismo santo, en este caso, ‘el obispo’. Se prohibió toda propaganda formal sobre ‘el mendigo’ y se comenzó a enseñar a los fieles, que hasta hoy muchos lo tienen bien adentro, que el san Lázaro ‘de los perros’ es una leyenda, una simple parábola que hizo el Señor Jesús y que no existe, que es el que la gente llama Babalú ayé, y que el san Lázaro ‘católico’ es ‘el obispo de Marsella’. Esta era una solución pastoral del momento. Ni la avalo ni la critico. Dice el dicho que ‘antes de juzgar debes ponerte en los zapatos del otro’. Pero el tiempo demostró que en lugar de solución produjo mayor confusión, porque, como te dije antes, el obispo de Marsella es del siglo iv y por tanto no era el venerado ‘amigo de Jesús’.
”Me preguntan por qué colocar esta imagen de san Lázaro, el mendigo, en el altar mayor y colocar en otro altar al tradicional san Lázaro, obispo. Por dos razones fundamentales: pastorales e históricas. Razones pastorales: porque, te repito, la cuestión pastoral no consiste en cambiar o mutilar las imágenes sino en la catequesis, en lo que la Iglesia le enseña al pueblo; y en afirmar que ninguno de estos dos santos, distintos entre sí (aunque históricamente mezclados) son representaciones del orisha Babalú ayé. Razones históricas: el pasado 17 de diciembre de 2017, en medio de las celebraciones por el primer centenario de la bendición de este templo, colocamos en el centro, junto al Señor, en el retablo mayor, al titular de la casa. Me gusta decir que ‘el dueño de la casa recibe a sus invitados en la sala y no permanece escondido en la cocina’. Jesús nos ha regalado a san Lázaro, el pobre, el mendigo, para darnos una enseñanza y para enriquecer nuestra fe con los diversos milagros de su intercesión. Tanto el ‘redescubrir’ la imagen del ‘mendigo’ y mostrarla así a los fieles, como el reorganizar las imágenes dentro del templo no es una novedad absoluta. Desde hace años se ha venido estudiando y trabajando duramente en la pastoral del Santuario desde los rectores anteriores a mí.
”Algunos sacerdotes y sabios de teología y arte sacro me dieron la idea de colocar ambas imágenes juntas en el retablo mayor. Bueno, hicimos el intento, e incluso, añadimos una imagen de un ángel convertido en un tercer san Lázaro, de tal forma que tanto el santo marsellés del siglo iv como ‘el amigo de Jesús’ estuvieran a los lados del ‘titular’, pero los fieles no aceptaron un ‘tercer’ Lázaro. Era lógico. En el fondo a los fieles poco le interesa si ‘el obispo’ lo era de Marsella o de Chipre, lo que es más importante es que era ‘el amigo de Jesús’. Y como dice el adagio latino: ‘Vox populi, vox Dei est’,11 quedaron solo dos, nuestros dos Lázaros, ‘el obispo’ y ‘el mendigo’, junto a la imagen de san José, el patrono de la Iglesia universal. Además, no se puede negar que la inmensa mayoría de los visitantes al Santuario vienen buscando a san Lázaro ‘el mendigo’”.
¿Un altar renovado para un “culto” renovado?
“Es así. Hoy la venerada imagen de san Lázaro, ‘el mendigo’ está cubierta por un acrílico que la protege del deterioro natural por el paso del tiempo y de los flashes de las cámaras de alrededor de 50 000 devotos y visitantes que recibe mensualmente nuestro Santuario. Recuerda que estamos hablando de una imagen de trescientos años de antigüedad. Y como ahora está en el retablo mayor, fue necesario crear todo un sistema que incluyó la construcción de un recinto previo al presbiterio, protegido por un nuevo muro de mármol que permite recoger las ofrendas y los exvotos de los fieles sin que esto interfiriera con las celebraciones litúrgicas y las catequesis diarias del Santuario. Bajo la urna se colocaron unos ángeles que parecen sostenerla y elevarla, lo que nos recuerda el texto de san Lucas: ‘Aconteció que murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abraham’ (Lc 16.22)”.
¿Por qué tantos cambios en tan poco tiempo?
“Es cierto, aquí debo expresar mi “mea culpa”. Todo ha sido fruto del deseo de ofrecer a los fieles y peregrinos del Santuario, cuanto antes, un espacio donde se manifiesten las verdades teológicas de la Iglesia. La reubicación al retablo del altar mayor de la imagen del santo titular del templo, la reorganización de las imágenes de la Virgen y de los santos expuestos a la veneración pública, etc. Este ha sido un tiempo de “ensayo-error”, pero también ha sido tiempo de estudio, de investigación, de Gracia. Puedo asegurar que ninguno ha sido con mala intención. Hoy vemos un Santuario hermoso, estable, y que ha cambiado para bien”.
Mucha gente asocia al Santuario con gente arrastrándose, sincretismos, etc. ¿Qué es en verdad el Santuario de San Lázaro?
“Es cierto [risas], mucha gente piensa esto. También la prensa internacional vende esta imagen, que pertenece generalmente a la llamada ‘Noche de San Lázaro’, en el mes de diciembre.12 Pero lo mejor de todo es que se equivocan porque esta es una imagen muy parcial. Hemos hecho encuestas personales, yo mismo he encuestado a muchos fieles, y podemos decir que al Santuario asiste al año alrededor del 10 % de católicos prácticos, más del 75 % de peregrinos de ‘piedad popular’ y tan solo un poco más del 15 % de seguidores de los cultos afrocubanos. Curiosamente vienen muchos hombres, muchos jóvenes y muchas familias de madre, padre e hijos.
”El Santuario tiene una obra social inmensa. Hasta el día de hoy destina el 10 % de sus ingresos totales a las obras asistenciales del Arzobispado de La Habana y el 20 % a las obras caritativas de las Hijas de la Caridad, cuya casa está enclavada en el hospital dermatológico que se encuentra junto al Santuario, y desarrolla una heroica labor siempre digna de alabar. El 20 % está destinado al salario de sus más de cien trabajadores y el 10 % a su sostenimiento.
”El otro 40 % está destinado a las múltiples obras sociales y caritativas del Santuario. Entiéndase: una guardería con capacidad para sesenta y cinco niños de dos, tres y cuatro años de edad, con servicios de psicología, medicina general, pedagogía, etc., una casa de abuelos con veinte ancianos y sus asistentas, terapista ocupacional, atención nutricional y ejercitación física. También tenemos un programa de ‘cantinas’ para alrededor de treinta ancianos. Poseemos un sistema de ayudas económicas personalizadas y por giro postal. Asistimos económicamente a los enfermos de lepra. Además, nuestro Santuario sostiene un proyecto para mujeres y otro para hombres que padecen de VIH/SIDA. De hecho, en 2017, 2018 y 2019 obtuvimos el Premio Esperanza, por apoyar la lucha contra el VIH/SIDA. También en este año 2019 recibimos un reconocimiento especial por parte de la ‘Línea de Apoyo a personas viviendo con VIH/SIDA’.
”De igual forma, brindamos ayuda económica y material a casos puntuales, como a varias familias y personas clasificadas como ‘casos sociales’, a la escuela-taller para niños discapacitados en el municipio de Bejucal, apoyamos la labor de los trabajadores de la sala de oncología del Hospital William Soler; ayudamos a sostener un comedor de ancianos en la parroquia de Santiago de Las Vegas y dos proyectos catequéticos para niños en el Cacahual y en la zona de Jalisco-Mi rancho que se encuentran en las periferias de Santiago de las Vegas.
”Esto hacemos, además de atender espiritualmente a esos fieles que llegan a nosotros, a esta casa, sin más convocatoria que la propia fe. Esto es un misterio. Aquí he podido ver la fe de la gente; el fanatismo sí, pero, sobre todo, la fe de la gente sencilla, de los pobres de corazón. Para nuestro trabajo pastoral nos guiamos por las directrices de la Santa Sede sobre Santuarios”.13
¿Qué postura tiene la Iglesia ante el creciente sincretismo religioso en Cuba?
“En el mundo está aumentando el secularismo y el paganismo, y nuestro país no es ajeno a esto. Tanto el secularismo como el paganismo tienen muchas caras y nombres. Aquí en nuestra Cuba, desde el siglo XVI, el sincretismo está presente y ha ido en aumento. No podemos tapar el sol con un dedo. Muchos cristianos católicos se alarman ante este suceso, y con razón. A esto súmale el fenómeno denominado la Nueva Era que es un paganismo solapado en una especie de ‘religión gourmet’ que termina siendo un ateísmo radical. Esta es la época que nos ha tocado vivir. Ante este “ajiaco”, para emplear un término acuñado por don Fernando Ortiz, la Iglesia sigue anunciando la Verdad y señalando el Camino.
”Leyendo los comentarios a la publicación que hicimos por el 16 de diciembre de 2019, un religioso comentó: ¿A dónde vamos como Iglesia? No le respondí, pero eso me hizo pensar. Y quiero compartir mi reflexión con los lectores de esta entrevista. El Domingo de Ramos, dijo el Señor a los judíos: “si estos callan, las piedras gritarán” (Lc 19.40). Si como Iglesia no les ofrecemos a los devotos de san Lázaro, de uno o del otro, una ‘casa para todos’; si como cristianos católicos no les ofrecemos a los seguidores de los cultos sincréticos un lugar de catequesis cristiana, de la escucha de la Palabra, de bendición y de acogida, si la Iglesia abandonara o cerrara este Santuario, entonces ellos mismos crearían otro, totalmente ajeno a la Iglesia; como lo vemos con santa Bárbara o la Virgen de la Merced en Güines, o la “Capilla de San Lázaro” en Matanzas. Otro ejemplo claro es “El Rincón de San Lázaro” en Hialeah, en Miami, lugar no católico, pero numerosamente mayor que la parroquia católica de San Lázaro ubicada en esa ciudad.
”Todo esto no significa, para nada, que debemos ‘asimilar lo que llega como nos llega’. En este sentido, me gusta repetir mucho a los trabajadores del Santuario: “recuerden siempre que esta es una iglesia católica”. Debemos acoger y acompañar para purificar y santificar. El Señor también le dijo a la pecadora adúltera: ‘vete en paz y no peques más’ (Jn 8.11), hay que enseñar a los peregrinos a diferenciar entre la fe cristiana que profesamos y que enseñamos y las prácticas ajenas a esta fe. No se puede esconder la verdad aduciendo caridad. La verdad y la caridad no están opuestas. Pero reconozco que esto cuesta mucho. Creo que debemos seguir trabajando en este sentido”.
Hemos sabido que la copia de la imagen, conocida como el “San Lázaro peregrino”, ha visitado algunas de las comunidades de nuestra arquidiócesis con motivo del 500 aniversario de la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana. Además, que la propia imagen fundacional visitó la catedral habanera. ¿Cómo calificaría usted este recorrido? ¿Qué reacciones tuvo nuestro pueblo?
“Ante todo, sin querer compararla en lo absoluto con la preciosa peregrinación de la imagen ‘mambisa’ de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre por nuestra patria, yo calificaría esta visita como ‘histórica’. En el fondo, hubiéramos querido que fuera más extensa y que abarcara, al menos en sus catedrales, las diócesis de Pinar del Río y Matanzas. Pero el tiempo era poco desde que se concretó la idea hasta que la visita se hizo realidad. Hemos recogido muchos testimonios de católicos prácticos, de gente de pueblo, de gente sencilla, han sido magníficos. La gratitud de los fieles y devotos ha desbordado los minúsculos comentarios poco favorables.
”Sabemos que muchos fieles hubieran querido tener esta bendita imagen en sus parroquias, pero no pudo ser por falta de tiempo. Incluso, el P. José Joaquín Espino, párroco de la iglesia de San Lázaro en Hialeah en la ciudad de Miami, nos ha pedido que esta misma imagen visite su parroquia, y tal vez dos más, para así profundizar los lazos de fe y devoción que existen entre ambas iglesias hermanas. Yo le dije: ‘Padre, debe ser una visita corta, porque así lo fue en La Habana’, a lo que me respondió: ‘Así será, si Dios lo permite’. Ya en la parroquia de San Lázaro se encuentra expuesto un cuadro-mosaico donde se representa a san Lázaro, el mendigo, y detrás de este, la fachada de nuestro Santuario. Un cuadro como este lo posee el Santo Padre, ambos regalos de este Santuario”.
Una última pregunta… ¿qué sueña Ud. para el Santuario Nacional de San Lázaro?
“El Papa Francisco nos dijo a los jóvenes en La Habana, durante su visita pastoral a Cuba, que soñáramos en grande. Yo sueño con un santuario más grande, tanto en estructura constructiva como en estructura pastoral. Yo sueño con que los peregrinos, que hacen muchas veces tanto esfuerzo por llegar aquí, sean más respetuosos del silencio ante la sencillez del lugar, pero que contiene una grandeza espiritual. Sueño que este sea un lugar de acogida, de comprensión.
”Que la predicación que en él resuena, la vida sacramental que en él se desarrolla, los frecuentes signos de misericordia de Dios que en él suceden, hagan que estos miles de peregrinos que asisten a encontrarse con Cristo, que es el que nos da el regalo de la vida, de la fe… el verdadero autor de los milagros, se motiven a perdonar, a derribar paredes y a ‘hacer puentes’, a aumentar en su vida las obras de misericordia. Que encuentren en el Santuario la presencia de Dios, la paz que buscan, la acogida, la bendición. Que sea para todos, un verdadero refugio espiritual, de esperanza y fortaleza en el sufrimiento personal o familiar. Que sea verdaderamente la Casa de todos”. Ω
Un dato curioso…
El pasado 7 de marzo, visitó nuestro Santuario Mons. Rudolf Voderholzer, obispo de la diócesis alemana de Ratisbona, exalumno de Teología Dogmática del Cardenal Gerhard Ludwig Müller. Vino acompañado del P. Johann Ammer, Canónico de la Iglesia Catedral de San Pedro de Regensburg, y de un grupo de fieles de esa diócesis. Motivado a visitar Cuba por la Semana de Música Sacra en La Habana, Mons. Rudolf Voderholzer comunicó a los organizadores de este evento su interés especial en peregrinar y celebrar la Santa Misa en nuestro Santuario debido a que un capítulo de su Tesis Doctoral está dedicado al tema bíblico-teológico de los dos “Lázaros” (San Lázaro “de Betania”, Obispo de Chipre y San Lázaro “el mendigo”). El prelado afirmó estar muy emocionado al venerar a los dos “Lázaros” y se mostró muy entusiasmado con que ambas imágenes se encontraran en el retablo mayor del templo: “al parecer aquí ya resolvieron este dilema, ambos santos compartiendo un mismo altar, es algo muy sabio”, expresó el Obispo.
Notas
1 Así se le suele designar a san Pablo, a pesar de que no era parte de los “Doce Apóstoles” originales. Véase Romano Penna: “Pablo”, en C. Leonardi, A. Riccardi, G. Zarri (eds.), Diccionario de los santos, volumen II, Madrid, San Pablo, 2000, pp. 1801-1812.
2 Confundida muchas veces con santa María Magdalena, pero son dos personas distintas, aunque vivieron en el mismo tiempo.
3 Día 29 de julio Quarto Kaléndas augústi. 1. Memoria de santa Marta, que recibió en su casa de Betania, cerca de Jerusalén, a Jesús, el Señor, y muerto su hermano Lázaro, proclamó: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que has venido al mundo” (s. i). 2. Conmemoración de los santos Lázaro, hermano de santa Marta, a quien lloró el Señor al enterarse de que había muerto, y al que resucitó, y María, su hermana, la cual, mientras Marta se ocupaba inquieta y nerviosa en preparar todo lo necesario, ella, sentada a los pies del Señor, escuchaba sus palabras (s. I).
4 Se traduce del hebreo por el término tradición. Es el estilo de literatura hebrea o, más bien, un método de exégesis, que se emplea en algunos textos bíblicos, para transmitir una verdad comprensible para los lectores. Este método es común en el Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento es empleado para hacer referencia a textos del Antiguo Testamento, que entremezclados con hechos actuales para el autor (en este caso el evangelista), intentan hacer más comprensibles y dotar de una enseñanza, de un significado profundo los relatos a sus contemporáneos neotestamentarios. Entre ellos pudiéramos mencionar, según Raymond E. Brown: la visitación de la Santísima Virgen María a su prima Isabel (Lc 1.39), el nacimiento de Jesús (Mt 1.1-25), la visita de los Magos de Oriente (Mt 2.1-12), el bautismo de Jesús en el río Jordán (Mt 3.13-17), entre otros. Consúltese su libro El nacimiento del Mesías, pp. 198 y 581-587.
5 Cf. Richard Bauckham: “The Rich Man and Lazarus: the Parable and the Parallels”, en The Fate of the Dead: Studies on the Jewish and Christian Apocalypses, Leiden, Brill, 1998, p. 101.
6 Calendario litúrgico empleado en Bizancio al estilo del Martirologio en Roma.
7 Se denomina “lazareto” al hospital que en el Medioevo se dedicaba a atender a los enfermos de la piel, especialmente de lepra. El lazareto más antiguo conocido de España se encuentra en la provincia de Cáceres, Extremadura, y funcionó hasta el siglo XIV d.C.
8 También conocida como “iconoclastia”, es una expresión que en griego significa “ruptura de imágenes”. En la historia de la Iglesia se le denomina al “movimiento de los siglos viii y ix en que algunos obispos del Imperio bizantino negaron el culto debido a las sagradas imágenes, las destruían y perseguían a quienes las veneraban.
9 Andrés Azcárate: La flor de la liturgia, Abadía de San Benito, Buenos Aires, Argentina, 1951, pto. 5, pp. 447-448.
10 El templo de San Lázaro en El Rincón, con planta de cruz latina, fue ensanchado hacia los lados en la remodelación radical que tuvo lugar en los años noventa del siglo xx, llevada a cabo por el P. Ramón Suárez Polcari, que sería el primer rector de la iglesia erigida como Santuario Nacional en 1992.
11 “La voz del pueblo es la voz de Dios”.
12 Se le conoce como “Noche de San Lázaro” a la tarde y noche del 16 de diciembre hasta la madrugada del día 17 de diciembre.
13 Especialmente el Directorio sobre la piedad popular y la liturgia. Principios y orientaciones, Ciudad del Vaticano, 2002, y la Carta Apostólica del Santo Padre Francisco en forma de motu proprio Sanctuarium in Ecclesia, del 1ero. de abril de 2017.
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