Bien, sin mirar a quien
Es triste, pero innegable, que los tiempos difíciles hacen aflorar las peores cualidades de muchos seres humanos. Tanto las personas como las naciones, exacerban su egoísmo en aras de la supervivencia o, a veces, en las peores manifestaciones, lo hacen en pos del más burdo y disparatado beneficio propio, sin importar qué o quién pueda resultar dañado en el proceso. Por otro lado, por suerte, hay quienes entonces enarbolan lo mejor de los valores y deciden dar de sí mismos por los demás. […]