VI Domingo del Tiempo Ordinario
Vale la pena que dediquemos hoy un poco de tiempo a pensar en cuáles son nuestras lepras, nuestras lacras individuales o colectivas, que alejan, estigmatizan, discriminan y deshumanizan. No podemos quedarnos solo en la conclusión de que la lepra de nuestro tiempo es la covid-19. Hay muchas más lepras extendidas y ocultas u ocultadas: el hambre que padecen miles de personas y, junto con ello, la pobreza en cualquiera de sus formas, la carencia de viviendas dignas, la falta de trabajo justamente remunerado; otra lepra son las guerras olvidadas en países pobres y cualquier forma de violencia explícita o escondida contra la mujer, los niños, los ancianos, incluido el aborto, que es el asesinato del no nacido; otra lepra es la opresión y represión de los regímenes totalitarios que cancelan la libertad personal y lastran el desarrollo económico y social de los pueblos; otra lepra es la manipulación de las masas mediante el engaño, la mentira y las falsas promesas a través de algunos medios de comunicación social… Descubrir, desenmascarar e identificar nuestras lepras individuales o colectivas es el primer paso para curarnos y librarnos de ellas. […]